Cami The Feather.. o el sueño de la ruptura
Liverpool nunca estuvo tan cerca. Ni fue más real. Se llega en un salto de vista para luego encontrarse con la cola de una iguana y una clave de sol porque el cerebro no intercede entre las imágenes; fluye sin principio ni final ni hora del día o de la noche. Los collages son observaciones de la niñez y la juventud, vivida intensamente, Camila Mejía explora aquellos años por los que pasamos alguna vez y nunca nos detuvimos, ella está allá desde The Beatles, representado en la inocencia y la emoción eterna así tengas 70 años y uses gafas redondas estilo John Lennon. Camila es visceral; sus colores transmiten frecuencias e imágenes que nos desbordan, nos arrojan a otro mundo al que no tenemos acceso sino abriendo la puerta de la imaginación, por eso hay que acercarse, hay que mirar su obra luego de llegar desde la lejanía, y detenerse. Y allí sucede la magia. Su obra es femenina. Pero desde lo ancestral y salvaje, desde lo femenino que nos conmueve y nos recuerda la imagen primigenia de un color o una luz. Es una constructora de proyecciones mentales. Una vez sentimos que tocamos el cielo pero bajar a la tierra provoca ciertos dolores, que Camila nos recuerda, sutilmente. La emoción nos desborda porque nos lleva al origen, a lo sagrado que no es religioso sino mitológico. Hay una fuerza, un equilibro que debe salvaguardarse entre lo humano; en su obra, las imágenes oníricas no discuten con la fantasía; luego despertamos e intentamos dar forma a aquello que soñamos, con palabras, pero igual, nos quedamos cortos. Cómo describir imágenes que se interponen unas con otras sino es a través de la forma y el color, Camila las representa sin menoscabo, ofrece esa luz que corroe la pupila. Camila representa la adolescencia a la que no tuvimos acceso por estar ocupados estudiando o buscando conflictos. Ella sacó tiempo para transgredir sus impulsos desde su madurez espiritual, que no tiene edad, ni fronteras. Por eso salta de las raíces de las ceibas de su casa en Piedecuesta hasta Londres. Como si nada. No requirió ningún esfuerzo trasladarse vertiginosamente de un espacio a otro y regresar y seguir y volver y estar allá y aparecer nuevamente en un golpe de vista. Si no tienes amplitud mental por favor abstente. Es factible el reencuentro con algún dolor escondido, de esos que duran años de terapia o esclavitud. Sus imágenes representan emociones desbordadas. Un estudio mental de formas que se repiten, en espiral como caracoles, colas y cabezas de salamandras y caballos de mar, figuras humanas y formas de guitarra y claves de sol. La artista que contiene toda la grandeza del mundo y lo recrea y lo pone en evidencia, expuesto para quien tenga el deseo o la osadía de llegar a comprenderlo.
Karim Quiroga
Opening Night of the solo exhibition ‘A Holographic Metaphor. Love, Peace and Freedom ‘by Camila Mejía. FUSADER, Bucaramanga, Santander, Colombia. 2018
Gracias al patrocinio de FUSADER (Fundación Santandereana para el Desarrollo Regional) y Funeraria Los Olivos